Hoy trataremos un tema un poco conflictivo para todos, el Alcohol. En este artículo me centraré en los efectos que puede traer un consumo excesivo en deportistas, consecuencias que causa en personas que seguís una dieta y algo que todos os habéis planteado alguna vez, ¡cómo combatir la resaca! Mi amiga Ana se lo ha planteado infinidad de ocasiones y no ha encontrado muchas soluciones y por este motivo me propuso que redactara un post enfocado a este tema, así que espero que cuando vuelva a salir de copas se acuerde un poco del siguiente artículo!
Como todos sabeis, y habreis podido comprobar, el etanol afecta el sistema nervioso pudiendo provocar en un primer momento euforia y mayor fuerza, pero el efecto final es depresivo, es decir, deprime las capacidades del individuo para actuar ante cualquier situación y reduce los reflejos. Como consecuencia, los movimientos se ralentizan, la coordinación disminuye y si su ingesta es excesiva puede ocasionar alteraciones en la visión, con lo cual el alcohol se convierte en incompatible con el deporte.
Por otro lado, el alcohol tambien actúa como diurético lo cual puede propiciar un cuadro de deshidratación durante la práctica deportiva, y debido a que su ingesta incrementa la pérdida de líquidos, también se produce una pérdida mayor de vitaminas y minerales esenciales para el adecuado rendimiento deportivo como el potasio, magnesio, fósforo y calcio.
Además, el etanol se absorbe rápidamente en el organismo y obstaculiza el metabolismo de otros nutrientes al mismo tiempo que genera un efecto inhibitorio en la oxidación de las grasas, por lo cual, puede ocasionar un incremento de peso corporal indeseado a expensas de grasa.
Entre otros de sus efectos negativos sobre el metabolismo, podemos decir que el etanol aumenta la degradación de proteínas, lo cual por supuesto perjudica la masa magra de nuestro organismo.
El alcohol está siendo cada vez más un alimento social, que no se consume con la finalidad de mejorar la salud, sino que, su consumo queda determinado por lo encuentros sociales, macrobotellones como los que se producen en mi querida Granada, fiestas o simplemente, por las actitudes grupales de quienes nos rodean.
Sin embargo, no debemos olvidar que el consumo de 2 vasos de bebida alcohólica al día en el caso de los hombres y 1 vaso en las mujeres, tiene notables beneficios sobre la salud cardiovascular. Más adelante os explicaré un poco el nuevo estudio que ha llevado a cabo el Dr. Joan Ramón Barbany, profesor del INEFC donde ha llegado a conclusiones que a todos los forofos y amantes de la cerveza os gustará.
Por lo tanto, recordemos que para vivir saludablemente debemos evitar los excesos, pues en el caso de la ingesta de alcohol, los resultados pueden ser fatales si la asociamos a una competencia deportiva.
Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol supone un evidente contratiempo para la gente que sigue una alimentación controlada para bajar de peso ya que el alcohol engorda mucho y la explicación es simple: interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono, produciendo que en lugar de quemarlos los almacenemos.
El alcohol es energía pura (7 kcal/g) y como no puede almacenarse en el cuerpo tiene que oxidarse para convertirse en energía y así eliminarse. Como el cuerpo tiene energía de sobra con el alcohol, para de quemar grasas. Digamos que el metabolismo se para y ahora no sólo no quemamos, sino que almacenamos.
Teniendo en cuenta que cuando tomamos alcohol, éste también es rico en azúcares y además solemos estar picando algo, más grasa y azúcar almacenamos. También hay que tener en cuenta que el alcohol deshidrata, y sin agua en el cuerpo pocas reacciones químicas se pueden dar, más razón aún para no pasarse con el alcohol.
Como todo, beber una copa no hará que engordemos de repente, pero si el consumo de alcohol es abusivo o habitual estaremos dando energía extra al cuerpo y las grasas seguirán sin utilizarse. Una buena borrachera puede suministrarnos más de la mitad de energía que necesitamos en un día, por tanto, mil y pico calorías que estamos dejando de quemar y nos las guardamos.
Como todos sabeis, y habreis podido comprobar, el etanol afecta el sistema nervioso pudiendo provocar en un primer momento euforia y mayor fuerza, pero el efecto final es depresivo, es decir, deprime las capacidades del individuo para actuar ante cualquier situación y reduce los reflejos. Como consecuencia, los movimientos se ralentizan, la coordinación disminuye y si su ingesta es excesiva puede ocasionar alteraciones en la visión, con lo cual el alcohol se convierte en incompatible con el deporte.
Por otro lado, el alcohol tambien actúa como diurético lo cual puede propiciar un cuadro de deshidratación durante la práctica deportiva, y debido a que su ingesta incrementa la pérdida de líquidos, también se produce una pérdida mayor de vitaminas y minerales esenciales para el adecuado rendimiento deportivo como el potasio, magnesio, fósforo y calcio.
Además, el etanol se absorbe rápidamente en el organismo y obstaculiza el metabolismo de otros nutrientes al mismo tiempo que genera un efecto inhibitorio en la oxidación de las grasas, por lo cual, puede ocasionar un incremento de peso corporal indeseado a expensas de grasa.
Entre otros de sus efectos negativos sobre el metabolismo, podemos decir que el etanol aumenta la degradación de proteínas, lo cual por supuesto perjudica la masa magra de nuestro organismo.
El alcohol está siendo cada vez más un alimento social, que no se consume con la finalidad de mejorar la salud, sino que, su consumo queda determinado por lo encuentros sociales, macrobotellones como los que se producen en mi querida Granada, fiestas o simplemente, por las actitudes grupales de quienes nos rodean.
Sin embargo, no debemos olvidar que el consumo de 2 vasos de bebida alcohólica al día en el caso de los hombres y 1 vaso en las mujeres, tiene notables beneficios sobre la salud cardiovascular. Más adelante os explicaré un poco el nuevo estudio que ha llevado a cabo el Dr. Joan Ramón Barbany, profesor del INEFC donde ha llegado a conclusiones que a todos los forofos y amantes de la cerveza os gustará.
Por lo tanto, recordemos que para vivir saludablemente debemos evitar los excesos, pues en el caso de la ingesta de alcohol, los resultados pueden ser fatales si la asociamos a una competencia deportiva.
Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol supone un evidente contratiempo para la gente que sigue una alimentación controlada para bajar de peso ya que el alcohol engorda mucho y la explicación es simple: interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono, produciendo que en lugar de quemarlos los almacenemos.
El alcohol es energía pura (7 kcal/g) y como no puede almacenarse en el cuerpo tiene que oxidarse para convertirse en energía y así eliminarse. Como el cuerpo tiene energía de sobra con el alcohol, para de quemar grasas. Digamos que el metabolismo se para y ahora no sólo no quemamos, sino que almacenamos.
Teniendo en cuenta que cuando tomamos alcohol, éste también es rico en azúcares y además solemos estar picando algo, más grasa y azúcar almacenamos. También hay que tener en cuenta que el alcohol deshidrata, y sin agua en el cuerpo pocas reacciones químicas se pueden dar, más razón aún para no pasarse con el alcohol.
Como todo, beber una copa no hará que engordemos de repente, pero si el consumo de alcohol es abusivo o habitual estaremos dando energía extra al cuerpo y las grasas seguirán sin utilizarse. Una buena borrachera puede suministrarnos más de la mitad de energía que necesitamos en un día, por tanto, mil y pico calorías que estamos dejando de quemar y nos las guardamos.
Y ya llegamos al punto donde todos y todas queriais llegar y sobre todo, la impulsora de este articulo, ¡ Como Combatir la resaca!
Para poder evitar la resaca y saber cómo tenemos que actuar frente a ella es importante que sepamos por qué se produce y como disminuiremos los efectos que tiene sobre el organismo, ya que nuestro cuerpo se verá afectado por este exceso de alcohol. Los efectos más inmediatos de la resaca suelen ser dolor de cabeza, sed derivada de la deshidratación que sufrimos...
El exceso de alcohol en la sangre suele producir una mayor pérdida de líquidos, como ya he comentado anteriomente, pues deja de funcionar la hormona encargada de controlar la hidratación corporal y evitar que el riñón elimine demasiado líquido por la orina. Cuando los niveles de alcohol son elevados eliminamos más líquido y el cuerpo echa mano de las reservas del organismo bajando los niveles de hidratación del resto de órganos, por este motivo sentimos mucha sed, y es que el cuerpo nos pide hidratación.
Esta deshidratación es la causante directa del dolor de cabeza que suele acompañar las resacas, y es que al disminuir los niveles de hidratación del cuerpo, las meninges que recubren el cerebro se dilatan y son las causantes del dolor. Además, el hígado, los riñones y el intestino se ven afectados por el exceso de alcohol, pues para su digestión es necesaria una mayor secreción de sustancias ácidas, con lo que se produce una inflamación de estas partes del cuerpo que nos suelen causar dolor.
Para suavizar estos efectos lo fundamental es iniciar una dieta depurativa el día después de haber ingerido demasiado alcohol. Esta dieta simplemente se basará en caldos de verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y leche. Lo que intentamos con esta dieta es evitar forzar en exceso el organismo, para lo que ingerimos alimentos fáciles de procesar y de asimilar.
Desde luego que la ingesta constante de agua es importante. Durante esta jornada no tenemos que probar otro tipo de líquido a excepción de zumos de naranja, tomate, limón o mandarina, que además de hidratarnos nos aportarán altas dosis de vitamina C necesaria para reponernos de la intoxicación etílica debido a la función que tiene sobre los diferentes órganos del cuerpo.
Además de no forzar al organismo en lo que a ingesta de alimentos se refiere, es importante que descansemos y no realicemos actividades demasiado extenuantes. Una siesta después de comer siempre nos ayudará a reponernos. Así como combatir el dolor de cabeza con el ácido acetil salicílico, que no dañará nuestro organismo, sino que al ser un vasodilatador mejorará la circulación sanguínea.Es importante que tengais en cuenta estos puntos para no sufrir más después de una noche un tanto alocada. Aunque desde luego lo más recomendable es no pasarse con el alcohol, acordaros que todos tenemos "nuestro limite".
El exceso de alcohol en la sangre suele producir una mayor pérdida de líquidos, como ya he comentado anteriomente, pues deja de funcionar la hormona encargada de controlar la hidratación corporal y evitar que el riñón elimine demasiado líquido por la orina. Cuando los niveles de alcohol son elevados eliminamos más líquido y el cuerpo echa mano de las reservas del organismo bajando los niveles de hidratación del resto de órganos, por este motivo sentimos mucha sed, y es que el cuerpo nos pide hidratación.
Esta deshidratación es la causante directa del dolor de cabeza que suele acompañar las resacas, y es que al disminuir los niveles de hidratación del cuerpo, las meninges que recubren el cerebro se dilatan y son las causantes del dolor. Además, el hígado, los riñones y el intestino se ven afectados por el exceso de alcohol, pues para su digestión es necesaria una mayor secreción de sustancias ácidas, con lo que se produce una inflamación de estas partes del cuerpo que nos suelen causar dolor.
Para suavizar estos efectos lo fundamental es iniciar una dieta depurativa el día después de haber ingerido demasiado alcohol. Esta dieta simplemente se basará en caldos de verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y leche. Lo que intentamos con esta dieta es evitar forzar en exceso el organismo, para lo que ingerimos alimentos fáciles de procesar y de asimilar.
Desde luego que la ingesta constante de agua es importante. Durante esta jornada no tenemos que probar otro tipo de líquido a excepción de zumos de naranja, tomate, limón o mandarina, que además de hidratarnos nos aportarán altas dosis de vitamina C necesaria para reponernos de la intoxicación etílica debido a la función que tiene sobre los diferentes órganos del cuerpo.
Además de no forzar al organismo en lo que a ingesta de alimentos se refiere, es importante que descansemos y no realicemos actividades demasiado extenuantes. Una siesta después de comer siempre nos ayudará a reponernos. Así como combatir el dolor de cabeza con el ácido acetil salicílico, que no dañará nuestro organismo, sino que al ser un vasodilatador mejorará la circulación sanguínea.Es importante que tengais en cuenta estos puntos para no sufrir más después de una noche un tanto alocada. Aunque desde luego lo más recomendable es no pasarse con el alcohol, acordaros que todos tenemos "nuestro limite".
* Idea: Ana Martinez
Fuentes: - American College of Sports Medicine
- Articulo Publicado en PubMed: Obesity and body mass index (BMI) in relation to life-style and psycho-social aspects Marcellini F, Giuli C, Papa R, Tirabassi G, Faloia E, Boscaro M, Polito A, Ciarapica D, Zaccaria M, Mocchegiani E.
- Wikipedia
Joan Mari Torres
Entrenador Personal Metropolitan Balmes
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