Buceando en internet, he encontrado un artículo que me ha parecido interesante sobre las bebidas energéticas.
Al empezar a escribir el artículo he pensando en mi colega Joel, capaz de beberse 9 o 10 latas de una conocida bebida energética en una misma noche.
Y es que muchos de nosotros hemos recurrido en alguna ocasión a las bebidas energéticas con el fin de mantenernos alerta después de estudiar largas noches antes de un examen, o para sentir menos la fatiga tras un esfuerzo extenuante y continuar con pilas hasta el final del día.
Sin embargo, este tipo de bebidas pueden dañar la salud según lo indica un nuevo estudio de la Universidad John Hopkins, si no se utilizan con precaución.
La investigación destaca que su uso esporádico puede no causar problemas de salud, pero un exceso de energizantes puede provocar daños severos.
De hecho, el 51% de los estudiantes evaluados manifiestan haber consumido al menos una lata de este tipo de bebidas y el 29% de ellos presentaron “sacudidas” corporales, mientras que también el 19% sufrió palpitaciones y un 2% presentó secuelas de su ingesta.
Los efectos adversos que genera no sólo se deben a su gran contenido en cafeína que, en promedio, equivale a 14 latas de Coca- Cola, sino que muchos son los que combinan éste tipo de bebidas energéticas con alcohol.
Así, las sustancias que contienen pueden enmascarar los síntomas de una intoxicación etílica sin rebajar sus efectos y provocar daños irreversibles en el hígado y demás partes de nuestro organismo.
Además, las sustancias de estas características pueden resultar adictivas e incluso, generar una intoxicación con cafeína que puede causar insomnio, taquicardia, nerviosismo constante y demás signos que perturban nuestra calidad de vida.
En el deporte, así como en la vida cotidiana, las bebidas energéticas son usadas con la finalidad de rendir más y lograr en menor plazo y sin fatiga, las metas propuestas.
Sin embrago, lejos de contribuir, el abuso de estas sustancias puede alterar el curso normal de una competición, ya que pasar días sin descanso y sobreexigiendo al organismo no resultará una ayuda sino un obstáculo para el entrenamiento efectivo.
Por lo tanto, no sólo es necesario controlar su uso sino concienciar acerca de los peligros que puede ocasionar un exceso de sustancias energizantes y más aún, si se mezclan con alcohol.
En cuanto a la mejor forma de mantenernos despiertos, sin cansancio y con mejor rendimiento, todos sabemos que llevar una vida con tiempos de descanso adecuados, alimentación balanceada y ejercicio físico acorde a nuestras necesidades, es la clave para encontrar un equilibrio que no requiere de sustancias ni ayudas extras constantemente, que pueden significar una amenaza a la salud.
La investigación destaca que su uso esporádico puede no causar problemas de salud, pero un exceso de energizantes puede provocar daños severos.
De hecho, el 51% de los estudiantes evaluados manifiestan haber consumido al menos una lata de este tipo de bebidas y el 29% de ellos presentaron “sacudidas” corporales, mientras que también el 19% sufrió palpitaciones y un 2% presentó secuelas de su ingesta.
Los efectos adversos que genera no sólo se deben a su gran contenido en cafeína que, en promedio, equivale a 14 latas de Coca- Cola, sino que muchos son los que combinan éste tipo de bebidas energéticas con alcohol.
Así, las sustancias que contienen pueden enmascarar los síntomas de una intoxicación etílica sin rebajar sus efectos y provocar daños irreversibles en el hígado y demás partes de nuestro organismo.
Además, las sustancias de estas características pueden resultar adictivas e incluso, generar una intoxicación con cafeína que puede causar insomnio, taquicardia, nerviosismo constante y demás signos que perturban nuestra calidad de vida.
En el deporte, así como en la vida cotidiana, las bebidas energéticas son usadas con la finalidad de rendir más y lograr en menor plazo y sin fatiga, las metas propuestas.
Sin embrago, lejos de contribuir, el abuso de estas sustancias puede alterar el curso normal de una competición, ya que pasar días sin descanso y sobreexigiendo al organismo no resultará una ayuda sino un obstáculo para el entrenamiento efectivo.
Por lo tanto, no sólo es necesario controlar su uso sino concienciar acerca de los peligros que puede ocasionar un exceso de sustancias energizantes y más aún, si se mezclan con alcohol.
En cuanto a la mejor forma de mantenernos despiertos, sin cansancio y con mejor rendimiento, todos sabemos que llevar una vida con tiempos de descanso adecuados, alimentación balanceada y ejercicio físico acorde a nuestras necesidades, es la clave para encontrar un equilibrio que no requiere de sustancias ni ayudas extras constantemente, que pueden significar una amenaza a la salud.
Joan Marí Torres
Entrenador Personal Metropolitan Balmes
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